MALOS TIEMPOS



Un día más
se repartieron las labores.
Él se puso la camisa
y la chaqueta de siempre.
En la calle le esperaba el frío,
las rudas negaciones
de los encargados de las obras
y la oficina del paro.
Salió sin dinero ni para café
ni para el bus ni para tabaco.
Ella, un poco mas tarde
tras amamantar al crío llorando
bajó al almacén de la esquina
para pedir fiado
pan, varias naranjas,
la lata de fabada del almuerzo
y el perejil a reponer
al San Pancracio.


DOMINGO LOPEZ

No hay comentarios: