"FRU"


Se llamaba Tony Fruscella, solía acompañarse siempre de su gata Stella y llevaba la vieja trompeta en una bolsa, junto a su sempiterna botella. Había nacido en 1927, en Orangeburg, estado de New York, y a los 17 años dejó sus estudios de música clásica - tenía devoción por Bach y Bartok - para largarse a vagabundear por el país y dedicarse al jazz. En los años 50 trabajó como sideman de músicos como Lester Young, Gerry Mulligan o Stan Getz - quien, al parecer, lo acusó de haberle robado la novia - llegando a participar, bajo el cool de influencias milesianas, en el Festival de Newport, siendo a finales de esa década cuando, a raíz de sus problemas con el alcohol y las drogas, desaparece de la escena musical, viviendo sus últimos años entre cárceles, hospitales y centros de beneficencia. Amigo de los escritores y poetas Beat (Jack Kerouac, por ejemplo, lo cita en uno de sus libros), la leyenda sobre este gran músico cuenta que su gata murió y aún así no se deshizo de ella, llevándola consigo muerta en su célebre bolsa, junto a su trompeta, con las que merodeaba dando tumbos por los callejones y las puertas de los clubs, hasta fallecer de cirrosis, a los 42 años, en la más absoluta indigencia. Su única sesión grabada como líder data de 1955, en el sello Atlantic, I'll Be Seeing You (o, simplemente titulada Tony Fruscella) y aunque en 1999, el sello Jazz Factory editó The Complete Works, un cuádruple álbum con todas sus grabaciones y colaboraciones, sigue siendo, injustamente, uno de los grandes músicos olvidados de la historia del jazz.

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